Renunció el Secretario Pyme y el Gobierno avanza con el desmantelamiento del área
En los últimos meses, la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa, Emprendedores y Economía del Conocimiento ya había perdido gran parte de sus programas y fondos, en el marco del plan de ajuste aplicado por el gobierno de Javier Milei. Y ese limitación cada vez mayor al área culminó en las últimas horas con la renuncia de quien fuera secretario Pyme desde fines de 2023, Marcos Ayerra.
Así lo confirmaron fuentes oficiales, al tiempo que remarcaron que “presentó la renuncia por motivos personales”. Ante esta decisión, el Gobierno optó por reducir la secretaría a subsecretaría y que dependa de la Secretaría de Coordinación Productiva dirigida por Pablo Lavigne. Se trata de la segunda salida de un funcionario de este sector en pocas semanas, ya que a fines del mes pasado Santiago Migone dejó su cargo de subsecretario de Gestión de Producción para mudarse al sector privado. Los bajos salarios que se están pagando en el Estado y la falta de actualización están generando un fuerte malestar en todas las áreas oficiales, por lo que no se descarta que siga el goteo de mandos medios.
La secretaría que manejaba Ayerra cuenta con tres subsecretarías: la de Pymes, a cargo de Christian Bauab; la de Emprendedores, que dirige Pablo Gutierrez Oyhanarte; y la de Economía del Conocimiento, cuyo titular es Santiago Pordelanne. En principio, según trascendió, el área pyme quedaría como subsecretaría y las tres dependiendo de Lavigne.
La decisión de reducir la Secretaría no sorprendió a los industriales, ya que “a Ayerra le habían quitado ya muchos programas y financiación para hacer política pyme” en el marco del ajuste del gasto. Lo que venía reclamando la UIA era que no termine siendo una dirección nacional, que al menos quede como subsecretaría. “En la UIA era valorado porque escuchaba, aunque no tenía mucho rol político ni muchos instrumentos. Le habían sacado fondos para subsidiar tasa, para hacer aportes no reembolsables. No quedó nada. Manejaba la regulación de las SGR (Sociedades de Garantía Recíproca) pero ahora eso pasará al BCRA”, dijo una fuente de la central fabril.
La falta de política para la industria en general, y las pymes en particular, es algo que los empresarios cuestionan casi desde el inicio de la gestión de Milei. No sólo no existen programas públicos que impulsen el desarrollo de este segmento de empresas, sino que tampoco ayuda el modelo aperturista que está implementando el Gobierno, en pos de bajar al mínimo la inflación. La pérdida de empleo es cada vez mayor y en los últimos dos meses son cada vez más los sectores que advierten un freno de la actividad, que hasta fines del año pasado y principios del actual parecía querer reactivarse en algunos rubros.
“La industria quedó 10% abajo en 2024. Y eso que veíamos que algunos sectores iban mejorando hoy observamos que se frenó. Están todos con políticas de ajuste. Si miramos la serie desestaciobalizada, la industria está igual que a fines del año pasado”, aseveró la fuente de la UIA.
Respecto del cierre de la Secretaría Pyme, el presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, remarcó: “La decisión política de cerrar la secretaría de la pequeña y mediana empresa es considerada como un paso hacia un mayor estancamiento del aparato productivo nacional Pyme. Podría significar la desaparición de miles de pymes que requieren una asistencia que nunca tendrán”.
Con respecto al sector de economía del conocimiento, en la industria afirman que si bien mantenían un buen vínculo con Ayerra, operaban de forma cotidiana con el subsecretario, por lo que no esperan cambios. “Los programas siguen operando. La administración de la Ley de Economía del Conocimiento sigue bajo la actual dirección. Ahora estamos esperando el presupuesto del año próximo”, dijeron fuentes del sector, preocupadas porque ya este año, con el menor cupo fiscal, las grandes empresas están recibiendo menos beneficios por la Ley que lo que deberían.
“Hubo un recorte para las grandes empresas. La Ley tiene una forma de aplicación que establece que cuando el cupo fiscal no alcanza para todos, hay una reducción para las empresas grandes. De todos modos, el sector siguió operando y las exportaciones fueron récord”, admitieron las fuentes. La ventaja principal de la norma es que se les devuelve a las firmas adheridas al régimen, en concepto de bono fiscal, entre el 70% y el 80% de las cargas sociales.