Pese a la baja de la pobreza, la Iglesia no ve un freno en el deterioro social

Aunque las estadísticas oficiales muestran una disminución significativa de la pobreza, la Iglesia no percibe que ello se traduzca en una mejora del panorama social. Según dijeron voceros del Arzobispado de la Ciudad de Buenos Aires, cada vez reciben más pedidos de alojamiento temporario, comida y ayuda económica. Si bien la problemática es generalizada, creció fuertemente entre los adultos mayores.

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en el primer semestre del año, la pobreza se ubicó en 31,6% y la indigencia en 6,9%, lo cual implica una reducción interanual de 21,3 y 11,2 puntos, respectivamente.

Fuentes de la Iglesia cuentan que esos datos no se ven reflejados en el territorio e insisten en que se trata de un fenómeno multidimensional, que no solo se vincula con los ingresos.

En la Santa Sede plantean que hay un deterioro continuo a nivel social que se va acumulando. “No es que de repente hubo un tiempo lindo”, explican.

Puntualmente en CABA, que suele evidenciar antes que otros distritos lo que luego se replica en las provincias debido a su alta densidad poblacional y a la migración de personas vulnerables desde el conurbano y el interior, el Arzobispado de Buenos Aires observa una mayor cantidad de gente en situación de calle y por ende, una saturación de los Centros de Inclusión Social (CIS).