La Justicia Federal pidió la extradición del ex senador Kueider y su secretaria

La jueza federal Sandra Arroyo Salgado envió un exhorto internacional para pedir la extradición del ex senador Eduardo Kuieder y su acompañante, Iara Guinsel Costa, quienes cumplen prisión domiciliaria en un departamento de lujo en Paraguay por el intento de contrabando de divisas. La magistrada pidió la medida con fines de tomarles declaración indagatoria en nuestro país, luego de que fuera expulsado de la Cámara alta por amplia mayoría el jueves pasado, en una sesión que quedó envuelta en polémica al haber sido presidida por Victoria Villarruel cuando el primer mandatario, Javier Milei, ya había salido del país.

La magistrada también solicitó el traslado de ambos detenidos a su Juzgado Federal de San Isidro, el secuestro de sus celulares, equipos electrónicos, y otros objetos que tenían en su poder cuando fueron interceptados por las autoridades paraguayas en el puente fronterizo entre Brasil y Paraguay, el allanamiento del departamento de lujo donde cumplen prisión domiciliaria.

La propiedad de las unidades salió a la luz porque Betail SA figuraba como titular de la expensas de las unidades hasta mayo pasado. Al mes siguiente, aparecieron a nombre de Guinsel Costa, quien en ese momento estaba designada en el despacho del entonces senador Kuieder en la Cámara alta. El ex legislador y la joven mantendrían una relación afectiva.

La solicitud de extradición pudo formalizarse luego de que Kueider perdiera sus fueros el jueves tras ser expulsado del Senado por una amplia mayoría de votos. Arroyo Salgado ya había librado el viernes 13 a la mañana, bajo extremo hermetismo, el pedido de captura nacional e internacional de Kueider ante Interpol para el caso en que Paraguay le diera la libertad o lo expulsara. A Guinsel Costa, la jueza se lo había dictado el mismo día de la sesión. Con esa solicitud cursada al Jefe del Departamento de Interpol de la Policía Federal Argentina Interpol, buscó evitar que pudieran irse a ningún otro país si fueran liberados en Paraguay. El objetivo es que, en ese caso, queden automáticamente detenidos en el marco del proceso que sustancia la Justicia Federal argentina.

El exhorto internacional debe tramitarse vía la Cancillería argentina. Esta cartera debe enviarlo a la Embajada Argentina en Asunción para que lo presente vía diplomática a la Cancillería paraguaya. Ésta, a su vez, debe enviarlo luego al Ministerio Público (Fiscal) del país vecino, que es la autoridad central de asistencia jurídica y la que deberá darle curso al Interpol. Argentina tiene un tratado bilateral de extradición vigente con Paraguay desde 1996. En la fundamentación del pedido figura que los delitos de los que está acusado Kueider tienen una pena de prisión mayores a dos años y menores a prisión perpetua, que no están prescriptos, y que en caso de resultar extraditados, el ex senador y su secretaria “solo serán sometido a proceso en relación a los hechos que motivan la presente requisitoria”.

Si el pedido es aceptado por los fiscales paraguayos, se abre un nuevo expediente en el que interviene un juez de garantías de ese país. El proceso de extradición – ya judicializado – corre por separado de la causa por intento de contrabando que lleva adelante la Justicia guaraní. Este delito contempla una pena de entre seis meses y dos años y medio de prisión. Según los tiempos procesales ya fijados por el juez Humberto Otazú, los fiscales tienen cuatro meses para llevar adelante la investigación.